jueves, 27 de enero de 2022

Que será...

Y si al pasar del tiempo me dejo llevar por el rojo carmesí de tus labios. Y... ¿si me permito ya no soñar tanto y dejar que mi corazón decida el rumbo?... qué será del ser que habita en la penumbra del desdén muy dentro de mi ser; qué será de él, que ha vivido sometido al rechazo y ha hecho de su vida un mendigo de migajas  de cariño, que a través del tiempo ha aprendido a ya no esperar nada lindo pues ha dejado de pensar en el amor como algo que se da sólo para unos cuantos. Que tras rechazos y dolor, tras de todo temor y angustia insistente permanecer ante la duda.

Qué será si dar el paso implica no mirar atrás y dejar de lado los susurros de la gente que observa con intransigencia. Qué será no darle importancia al que dirán, que entre dimes y diretes, mi alma se confunde y creo que nunca me ha importado lo que la gente piensa, sin embargo mi alma se torna triste ante la duda de la razón y la fe de mi corazón. Mi alma pide a gritos ser amada, mi mente pide calma y se burla soberana ante las circunstancias.

Cuando ininterrumpidamente sopla el viento y la vida te cubre con el olor de tu cabello de sol, y la brisa de tu rocío alcanza a acariciar mi rostro. Que será de ti, linda con labios que intimida a cualquiera. que será de mi bella dama de la sorpresa del día que alimenta el mañana y los arrebatos en el cuarto pequeño resucitan con ansias lo prohibido. Aquello que sabe a todo lo que siempre quise.

 Que será de nuestros labios que se funden en el calor de nuestro aliento. Que será del carmín de tus labios que tiemblan cuando a un paso te tengo. Que será de nuestros corazones latientes a contratiempo y de mi sonrisa sonrojada por la mirada que se hace profunda ante tu alma. Que será esperar unos largos días, donde los recuerdos se anidan y se mantienen ante la espera y la zozobra del alma que clama aquel bello beso que permite reanimar mi ser y la devolución de mi calma.

Sencillamente no lo comprendo

Nuevamente estoy aquí, danzando con mi mente sin poder parar... pensando, sin poder comprender. ¿Por qué es tan difícil entender lo que los demás juzgan de ti?... acaso mis acciones dicen otra cosa... ¿qué carajos vale mi palabra si va a ser juzgada sin considerar mis acciones?... esto no tiene sentido, siempre intentando agradar a los demás para terminar envuelta en un arrebato de dudas. Pero quizá eso no importa, porque cada quien se hace la mente a puñetazos y se llena de mierda innecesaria, porque nadie obliga a nadie a sentirse como una vasca.
Siempre cuidando que decir para no lastimar y al final no sirve de nada porque resulta que si resulto dañada... Entonces cual es el camino correcto, si tire todo a la basura, y trato de no repetir patrones, si dibujo espacios para hacer una diferencia, pero todo resulta imposible, cuando lo único que no logro es dar confianza. Y bajo esa cortina sigo siendo esa que al final del camino termine bajo el silencio de la noche llorando sin entender porque siempre me toca perder. Por que nunca puede ser suficiente. Tal vez yo soy la que esta mal, pensando en que la vida puede ser interesante para mi, quizá sigo siendo para los demás menos para mi; probablemente mi valor se perdió desde mi vida pasada y me engañe pensando en que ésta que soy ahora, ya no lo soy.... sigo siendo esa que juega a vivir y no consigo nada. 
La vida es tan farsante, caemos en las ilusiones tan fácil y después unas falsas sonrisas destrozan las heridas del pasado, cual tela de araña que cuelga delante de ti sin ni siquiera poder mirarla.
Estaba ahí sentada, al borde de la roca que firme que presumía su cimentación tan profunda como su misma materia, miraba hacia el horizonte, donde no había nada en concreto y el aire tan sumiso, comenzó a susurrar una bella melodía... La tarde ya casi se ocultaba tras las montañas que dormían... aquellos colores, figuraban una hermosa estampida.
A veces el horizonte se torna tan obscuro que solo la niebla en la cercanía se puede caminar. Pero no, hoy no. Es tan intimidante dar unos pasos, porque no se sabe a ciencia cierta donde terminará el paso que se ha dado. Y sin más, todo es tan indiferente, de repente estoy tan sola como al inicio del camino. Para donde ir, hacia donde caminar sin toda duda se revuelca en las ideas y pensamientos turbios. 
Pararme ahora no tiene sentido. Regresar atrás no es opción. Cada duda retumba y la inseguridad se vuelve tan cierta; el libre albedrío siempre tiene una mala jugada,  seguir caminando para qué.... sentarme hasta que pase la obscuridad hace perder el tiempo que en este mundo no significaría casi nada, lo que pasará habrá de suceder en el presente, en este presente que todo al rededor duele, que todo muere y se renueva en la misma discrepancia de la vida. 
Decidir seguir en la penumbra de la soledad, como ayer, como hoy y como siempre. Los colores siempre serán los mismos, y aquella estampida que se dejaba venir, derrumba todo a su paso, así que solo habrá que esperar hasta donde me jalará y desde ahí volver a andar, bajo el yugo de la mano de quien dirige.
Sentarme como al principio, dejando que la estampida de derrumbe... pensando quizá, que lo importante no es donde me quede; sino, si quiero que me destroce y me renueve, o solo, creer que puedo lograrlo con solo querer.