Castillos de media noche

Entre los insumos de la vida que se escasa cada día y las perdidas del tiempo que se van y no regresan.... surgen entre la obscuridad una falsa y oportuna quimera, que sobresalta entre los respiros húmedos de la muerte que apacenta entre las orillas de la cama.
Disuelta esta la trama, esperando el desasosiego del alma que desde antes dio renuncia a las cosas que se anclan. El despertar es cada vez mas agonizante, de las quebradas horas que se esfuman ante el amor desorientado, esperando las luminarias de las almas incesantes que marchan cual desfile andante.
Sin preocupación ante el mas mínimo acercamiento, pasan las horas, los días, las semanas y los meses, transcurren sin poder detenerlos... se van, se alejan y jamas regresan... se olvidan y se borran, otros se entierran como fósil entre las piedras y la tierra esperando jamas ser encontrados.
Sileciosos, son los pasos que callados entre los ecos sonoros de la nada, se aceleran a cual mas mínimo susurro del viento, que espera pacientemente al victimario de su venganza.

Morir de amor

Morir de amor, es morir con lenta agonía, es caminar en un camino de brazas ardiendo, es andar vagando por las calles solitaria, es dormir rodeada de demonios, es comer y no tener nada en el estomago, es ver sin mirar mas  que obscuridad, es vivir al día para desear no amanecer al siguiente, es mirar los alrededores descoloridos, es perder el sabor de las cosas, es respirar por obligación mas que por necesidad, es escribir por solo poner letras, es mirar sin observar las cosas, es hablar y no decir nada, es expresar y que nadie te oiga, es llorar y que las lágrimas no las limpie nadie, es callar y que todos atrás de ti hablen, es amar y que nada sepa  a felicidad, es dejar de vivir en la misma vida aun latente, es despertar y ya no verte, es esperar y ver en el que el horizonte cada vez se hace mas lejano, es respirar y sentir el corazón achicado en el rincón, es darme cuenta que al final todo y nada vale la pena si te quedas sola con el alma abierta.

Palabras viajeras

Entre los campos abatidos de murmullos, vuelan las palabras huecas. Apagadas ya sin sentido, sin latidos, sin rumbos, sin nada. Andando entre los soplidos del viento y los rayos del sol, marchitandose a su paso por los senderos desiertos, que no terminan por llegar hacia ninguna parte ni hacia ningun lugar. Rebotando sin parar de boca en boca, vacias sin recelo,  esperando terminar con algun sentido al final. Pensando malamente en ser al fin de utilidad, pero nada vale mas que el silencio que  siempre llevaran, nada de valor ante los demas que sin voltear sin entre dientes recitando palabras que matan. Intensivamente lastimado en el camino marchitando a su paso el alma de los mortales que sin pensar en las osadias hacen trsizas el alama mia. corriendo entre los estrados lugares inrrecorribles, sin sustento de piso, sin cubrirse el vacio. Son huecas y son vacios esa palabras que nadan en los espacios, navegando sin sentido ni razon hacia ningun lugar y  bajo ninguna dirección.

Sentimientos en doble sentido

Sentir que uno es y puede ser de cualquier forma; es como saber que se esta vivo, pero muriendo, la tiempo que hacemos lo que los demás quieren que seas. Laberintos inimaginables, que recorres arrastras... con odios y rencores que te absorven y te envuelven y que dan de imaginar, si tan solo la muerte se encargara de eso.  Si las cosas desaparecieran sin dejar huella ni rastro alguno. Entre sombras recorrerían las huestes infernales las furias sabandijas de nuestros espíritus. Se retuercen y se desentumen  de esperar y llegar justo ahí, en ese momento, específicamente a la hora y día indicados. Sin fallar en su intento, retorciendo los escombros de la vida que humanamente se humea de dolor y recobrijo. Inquitantes galardones que se esconden por debajo de la calle, sobre el piso derrumbado y sin sentido, esperando al acecho de lo que pobremente caerá.