viernes, 25 de noviembre de 2011

Sensaciones desgarradas

Si voy por la vida caminando, es porque la muerte no ha querido llevarme y en las noches cuando la obscuridad se encuentra en silencio, mi corazón grita ensordeciendo mi alma, mis lágrimas no cesan, ni de día ni de noche, mi espíritu ha muerto y con la nada se desploma la melancolía de la guerra perdida y el esfuerzo que antes me redimía hoy ya no me alcanza para nada.

Mi alma vaga sin rumbo fijo, hasta ella se ha renunciado a mi, ni mi espíritu esta conmigo, ni la muerte, ni la desesperanza, ni la nada. Sola me encuentro como quien se queda sin patria, sin hogar, sin familia, sin sueños, sin nada.

Ya no existe sentimiento en mi, ya el desaliento es tan amargo como la hiel; ya ni el sol sale para mi, todo el día es gris, sin color, son olor,  ni sabor. Ya no hay ni siquiera agonía, es como estar en el limbo y no saber hacia donde doblar. Ya no existe espacio alguno en esta tierra, ni en ninguna otra; ya no vía láctea que susurre en mi camino, ni destellos de vida en mi horizonte tan lejano. solo sensaciones de que algún día habitaron, las flaquezas del dolor y el olvido.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Desamedentrando mi vida

En los mas bajos instintos del placer por la muerte me desvivo pensando en donde quedo mi vida, la ilusión y la esperanza. Desfalleciendo lentamente atraves de los años me pregunto si la soledad nunca tendrá un final, la melancolía marca los ritmos del tiempo y aun así, siento que caigo en el fango antes de lanzarme al precipicio y estando aun tan cerca me pregunto si después de todo esto podre tener un poco de recompensa ante los esfuerzos de sonreír y sentir placer por los demás, muy dentro de mi sano juicio intento enderezar mi vida, y después de varios intentos solo logro entender que no hay nada mejor que hacer que no hacer nada.

He sido condenada y acepto mi cruel sentencia ante mi alma vendida y corrompida. No mas ilusiones, no mas esperanza. No quiero futuro ni recuerdos pasados, mis heridas han sido mas que abiertas un sin fin de veces y mis lágrimas ya se han secado en su totalidad. Hoy hay desgarres en mi pecho, pero ya no puedo evitar nada, solo sentarme aquí y esperar a que el dolor fluya y se pierda en la desesperanza de continuar viviendo con el dolor de siempre, con la tristeza y la necesidad de ser amada.

Por mas que lo intento siempre resulta absurdo mi filosofía de levantarme para volver a caer.