martes, 7 de diciembre de 2010

Efímera

Entre las cosas y las personas se ven forjadas las imágenes que día con día dan vida a las realidades efímeras, dolorosas e inolvidables, fotografías reales que se asoman en un intento por dejar ver lo que a simple vista no se ve; se escapan de la óptica humana para adentrarse en el corazón herido y desfallecido. Dolorosa sensación llena de tristeza y soledad, astiada de llorar y de intentar ser lo que ya no soy; atiborrada de esfuerzos por sonreír con las lágrimas en la garganta, deseando gritar, correr, escapar, golpear, herir y dejar de sentir tanto dolor. Esperando ver otras cosas fuera de mi, lejos de todos y lejos de ti. Añorando ya no despertar, simplemente dejar de respirar, dejar de sentir que aun sigo aquí. Queriendo ir junto a la ola espeza... cerca muy cerca de la espuma marina que se va y ya no regresa... que se pierde entre el agua salada, entre el inmenso océano, perdida sin ser vista. Alejándome sin que se me reconozca. Suplicando no retornar a la orilla, de donde la arena ya no me reconoce, hasta donde cada granito se pierde entre todo y nada a la vez. Simple pero complicado, natural y a la vez todo manipulado.
Como quisiera que fuera tan fácil, que la tristeza se transforme en nada, no pido mucho; solo que desaparezca la melancolía, que recorra otros espacios, y que ya no dañe mas a mi corazón que late sin sentido. Cambiar las lágrimas por sonrisas, sustituir el quebranto de mis ojos por la luz esperanzada en nada. No pido nada a cambio, solo quiero dejar de sentirme sola, solo deseo no tener que extrañar a nadie, solo quisiera poder estar en la obscuridad y no sentir que ahí pertenezco, gritar y saber que alguien me puede escuchar... llorar y saber que alguien estará secándome una lágrima, sangrar y entender que me puedes curar... morir y creer que solo así seré feliz.

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