lunes, 13 de diciembre de 2010

Sombras de mi

Dentro de esta infame vida, despierto atormentada, creyendo que puedo existir sin demencia; pensando quizá en que la efímera vida no se calcomerá mis entrañas, ideando momentos vacíos que nunca existirán. Tristezas reales que estropean esperanzas muertas, inmutadas de dolor, tragando astíos de situaciones que marcan como estandarte una osadía que mata sin fuego pero que arde entre los más candentes infiernos, la melancolía que se aferra cada día mas, al destierro del alma que ya no sabe que tanto le queda de ilusión.
Vagando entre los desolados y mentirosos seres, engañando con la sonrisa que se convierte en dardo cargado de  veneno puro, que aniquila al espíritu y se esfuerza por rematar lo poco que queda de esperanza difusa. Ya no hay más consuelo, ya no hay porque más esperar, ya no queda nada, ya todo ha muerto y con todo esto se van mis últimos suspiros de aferrarme a la vida en espera de algo mejor.

 No, jamas... ya no queda nada de fuerzas, ya no queda nada de ganas, de ilusiones ni de esperanzas. Toda mi fe a muerto como poco a poco desfallecerá mi ser. Este ser maldito condenado al desencanto de la felicidad inexistente,  corrompida por los pasados y los futuros que siempre se han viso obscuros. Opacados de cierta neblina amarga, sombría, dudosa y corrompida. Astiada de falsas ilusiones hoy me dispongo a dejar que pase ya. Me entrego a lo obscuro para llegar a la decadencia sin mostrar resistencia. Ya estoy lista he bajado mis brazos y no hay nada que pueda hacer ante la tormenta que se deja venir...זכית הקרב שלך לוציפר

martes, 7 de diciembre de 2010

Efímera

Entre las cosas y las personas se ven forjadas las imágenes que día con día dan vida a las realidades efímeras, dolorosas e inolvidables, fotografías reales que se asoman en un intento por dejar ver lo que a simple vista no se ve; se escapan de la óptica humana para adentrarse en el corazón herido y desfallecido. Dolorosa sensación llena de tristeza y soledad, astiada de llorar y de intentar ser lo que ya no soy; atiborrada de esfuerzos por sonreír con las lágrimas en la garganta, deseando gritar, correr, escapar, golpear, herir y dejar de sentir tanto dolor. Esperando ver otras cosas fuera de mi, lejos de todos y lejos de ti. Añorando ya no despertar, simplemente dejar de respirar, dejar de sentir que aun sigo aquí. Queriendo ir junto a la ola espeza... cerca muy cerca de la espuma marina que se va y ya no regresa... que se pierde entre el agua salada, entre el inmenso océano, perdida sin ser vista. Alejándome sin que se me reconozca. Suplicando no retornar a la orilla, de donde la arena ya no me reconoce, hasta donde cada granito se pierde entre todo y nada a la vez. Simple pero complicado, natural y a la vez todo manipulado.
Como quisiera que fuera tan fácil, que la tristeza se transforme en nada, no pido mucho; solo que desaparezca la melancolía, que recorra otros espacios, y que ya no dañe mas a mi corazón que late sin sentido. Cambiar las lágrimas por sonrisas, sustituir el quebranto de mis ojos por la luz esperanzada en nada. No pido nada a cambio, solo quiero dejar de sentirme sola, solo deseo no tener que extrañar a nadie, solo quisiera poder estar en la obscuridad y no sentir que ahí pertenezco, gritar y saber que alguien me puede escuchar... llorar y saber que alguien estará secándome una lágrima, sangrar y entender que me puedes curar... morir y creer que solo así seré feliz.