viernes, 27 de noviembre de 2009

Aquel dia que no fui yo

Intente navegar por la letras de vida, de alegría y de esperanza.. realidades vividas con olor fresco esparcidas en el alma... me vi y creí poder hacerlo. Pero no me lleno y no comprendo como cuesta en el fondo, como se agobia mi mente y suspiro y no me encuentro... mi soledad interior se proyecta hacia las calles, hacia el vacío de la humanidad callada que anda por los lugares como si nada pasara; lo aspero y sombrío sale cual volcadero cuesta abajo.. sin prejuicios sin molestia.
Las palabras negras, la lectura de la nada, las letras caóticas de penunbras sin visión... el recorrido de mi alma que grita a toda voz el lenguaje comprimido de sentidos y razones inexactos.
Callar con miedo, gritar en silencio... solo son acciones que pulverizan la existencia. Solo el alma malévola que goza en la sosobra del hallazgo imperdonable del error que hurta el espíritu que ríe y se alegra en silencio por aquel que lo ha decidido amar.
Soy solo eso.. la soledad que no se alegra de ver el nuevo amanecer, pero que vive como nadie se atreve a vivir... con las agallas de lo incierto que se habrá de presentar, de cuestiones absolutas y verdades arrogantes complicadas de vivir y gozadas por demás.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Retroalimentación

Es tan corta la palabra vida que tan solo pensar en ella me lleva por caminos recorridos unos cuantos bien guardados para recordar viejos tiempos y otros cuantos para tratar de olvidar a toda costa. Lo cierto de este juego es que las experiencias nos marcan para el resto de lo que nos toca vivir, y cuando por fin llegue el final segura estaré de haber aprendido lo necesario para convencerme que mi paso por aquí no fue en vano.

He hecho cuanto he querido... pero también he actuado como quizá no lo hubiera deseado; he obligado a otros y me han obligado; he odiado tanto como jamás me lo hubiera imaginado y tal vez me han odiado lo merecido por mis actos; ame más de lo suficiente hasta sentir morir, pero también estoy segura que fui amada bajo la misma calidad de amor puro y sincero. Entregue mi ser, mi esperanza, mis ilusiones así como mis dolores y sufrimientos, mis caídas, mis derrotas y mis tristezas... di cada una de mis experiencias vividas buenas y malas, alegres y dolorosas; melancolías ancladas en mi alma. Pero también me compartieron de la misma manera y bajo la misma medida que di.
Hoy por hoy estoy en equilibrio sin ver que di y pedí de más, olvidándome de todas aquellas veces en las que me quedaron a deber y por mucho, superando mis fracasos a lado de las personas que me escucharon. Por que se que muchas me prestaron atención y supe pagarles de la misma manera, porque fui oído mas de las veces que hubiese deseado que me escucharan.
Mas todo esto pasa y en esta orilla al borde del abismo, me descubro insolente y con más de mi. Quiero escuchar el silencio y sentir que puedo ver mas allá de la obscuridad... temía más de mi que de la nada, pero seguiré porque aun no se que es lo que sigue y si lo pueda manejar. Caminaré sin mirar el camino, sin levantar todo el tiempo mi mirada y sin bajar la vista en el sendero, solo así en el horizonte iré jugando con mi destino.

martes, 3 de noviembre de 2009

El tiempo que mata

Entre los tiempos que aparecen y los tiempos que se esfuman, ahí; justamente ahí se encuentra mi alma... exactamente entre la nada; en la víspera del abismo, entre los gritos y lamentos de la muerte; esperando quieta incesante, cambiante e hiriente; lamentando el espacio, el silencio, el vacio y la sosobra de lo tácito, lo mísero, lo aspero... el hueco relamido del alma, que vaga sin temor.
Entre el vacio que no llena y entre la multitud errante que se abstiene, la linea devaluante se arrepezca entre mi alma que respira sin pensar, que es observada desde ti, desde la muerte que alucina, desde el universo que ya no brilla; que será de mi cuando cruce el camino que se acerca a mis pupilas y se derrite ante la inminente huida de una rebuscada salida, sin cambiantes sin destinos, sin miradas que aniquilan la razón y la osadía.
Quiero más que estar simplemente, ser consumida, ser tragada. Contundente salida, sin aviso ni añoranza. Solo así consumida por el tiempo por el espacio y el universo.
Que será si de la nada se nos fuera la palabra y el espacio abatido descartara el tiempo que nos queda... que será hoy de mi alma que grita sin respuesta a la vida que nadie oye, y que nadie suspira, que nadie clama... solo la muerte como siempre a la espera insierta de la falsa templanza.