lunes, 5 de octubre de 2009

Lluvia sobre mis hombros...

Sin titubiar me encuentro bajo la lluvia, turbia baja cual escorredizo espacio humedeciendo mi esperanza. Sobre el piso, el espacio es frio ya. Esta tarde te he visto ahi, detenidamente, parada sobre ese lugar, entre el viento y el susurro de las voces que se van. Nadie oye, aunque grites; nunca nadie te oirá. Las penumbras de tu ser son cada vez más absorventes, asi que hoy bajo la lluvia mas vale no hacer nada. Espera la ojarazca, espera a que pase el otoño, espera a que el invierno decida si tu tristeza se calma, o si se afianza como siempre en cada Enero.
Y te sigo viendo ahi, detenida en el tiempo, con los años calcomiendo la añoranza de que algo nuevo surge entre las voces que gritan y que no callan, desvalorizan sus quejidos de tu corazon seco y astiado, de la mugre y de la basca, que de todos se te escupe. Ya escapa, que esperas otra lluvia te sucumbe, otro ventarron te arrastra, corre, si corre , huye, vete. Huye del sol, de la lluvia, del viento, huye de ti, de mi, de la vida, de la nada...
Hoy aun te sigo viendo, ihnerte, sin movimiento, sin latidos, sin esperanza, que más da seguir ahi, que irte para siempre, cruza, no te aferres a la nada; al fin y al cabo mediocre sera la huida y la estancia; asi que no pierdes nada, tu espacio quedara vacio, igual como tu vida estaba.
No hay diferencia entre tu vida y tu muerte, entre la lluvia y el agua... son lo mismo, pero sin dolores, sin sosobras, sin llantos y sin añoranza.... Asi todo se difumina, la tristeza se acaba asi como la lluvia que hoy poco a poco se acaba.

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